The Path Volumen 1, octubre 1886, Hindu Symbolism: I – Isaac Myer (Brahman (neuter))
SIMBOLISMO HINDÚ: I
La figura es una representación simbólica de Brahman (en género neutro) entrelazado en Sí mismo. (1) Es la deidad suprema de los hindúes, el principio del universo; la representación es de Él en el instante inmediato en que se revela a Sí mismo en la emanación del universo, antes de Su entrada en cualquier forma de materia y antes de Su renuncia de Sí mismo. Simboliza a Dios en el alba, entre las pausas de la creación emanativa, su preservación y la disolución de las formas creadas. Envuelto en Su esfera-manto, Brahman lleva Su dedo del pie a la boca, tal vez para hacer de Sí mismo un círculo eterno, tal vez para significar la unión del linga y el yoni, o quizá para indicar Su retroceso en Sí mismo, o la eternidad e insondabilidad de Su naturaleza, sumida en la contemplación de Su propia esencia.
Compárase esto con la gran figura de Neith o Typhe, la diosa del Cielo del zodiaco egipcio de Dendera. Brahman (en neutro) o Para-brahma, es decir, el Gran Brahma, como deidad no revelada, no tiene ni templo ni imagen en la India. En sí mismo, se considera sin forma ni figura, pero exteriormente se manifiesta en muchas figuras y símbolos. Es la unidad y lo multiplicado en todo, más pequeño que un átomo y mayor que el universo entero, el cual no puede contenerlo, y es inefable e inexpresable en Su esencia. Los antiguos hindúes dicen de él en los Vedas: "Brahman es eterno, el ser por encima de todos los demás, revelándose en dicha y alegría. El universo es Su nombre, Su imagen, pero esa primera existencia, que contiene todo en Sí mismo, es el alma verdaderamente existente. Todos los fenómenos tienen su causa en Brahman, no está limitado por el tiempo o el espacio, es imperecedero, es el alma del mundo y de cada existencia particular." * * * "Ese universo es Brahman, proviene de Brahman, existe en Brahman, y retornará a Brahman."
En el Taitteriya Brahmana se expresa: “Brahman generó a los dioses; Brahman (generó o emanó) este mundo entero. Dentro de Él están todos estos mundos. Dentro de Él se encuentra el universo entero. Es Brahman quien es el ser más grande. ¿Quién puede compararse con Él?” Brahman (en neutro) es la única esencia real, eterna y verdadera; cuando pasa a la existencia manifiesta, es llamado Brahma; cuando se desarrolla en el universo, es conocido como Vishnu, y cuando nuevamente se disuelve en el ser simple, es llamado Shiva. Todas las otras deidades son simplemente símbolos o manifestaciones del eterno Brahman neutro. (4)
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2. Fuego, Eter, Luz.
3. Satya-Loka, el lugar, mundo o región de la Verdad. — [Ed.]
4. Veáse Indian Wisdom de Monier Williams, p. 12
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5. Esto ocurre al comienzo de las oraciones, etc., al igual que nuestra palabra “Amén” al final. Es tan sagrado que nadie debe escucharlo pronunciado. Originalmente, sus tres letras simbolizaban los tres Vedas; posteriormente, se convirtió en un símbolo místico de Brahma, Vishnu y Siva en unidad. Para más detalles sobre AUM, ver supra.
En su máximo desarrollo, la doctrina de los Vedas es un panteísmo racional y filosófico, combinado con un monoteísmo ideal, puro y absoluto que la mente puede concebir. Las doctrinas sobre Brahman (neutro) en sus concepciones superiores son similares en muchos aspectos a las sublimes ideas sobre el Ain Soph o No-Ego de la Cábala.
Brahman, lo Eterno, en Sí mismo, el Ser, surge de Su profundidad en Su eternidad para emanar el universo de todas las cosas y establece indudablemente esa gran ley de producción a través de la oposición y, sin embargo, una mezcla armónica que toda la naturaleza ofrece como semejanza, evidencia e imagen. Su primera emanación es la energía creadora, la fuerza o potencialidad que se manifiesta en el Tiempo, la madre y matriz de las existencias, es decir, la Sakti, Para Sakti o Maya, la primera virgen y primera figura femenina o plasticidad, que contiene todo en germen y está simbolizada por el Yoni. Su consorte, el principio espiritualizador de tipo masculino, está simbolizado por el Lingam.
SIMBOLISMO HINDÚ: II
El andrógino o ser masculino-femenino, la Gran Apariencia, es la primera revelación del Ser o Brahman (neutro), bajo la forma de la primera emanación de doble sexo. Lo neutro se convirtió en masculino y femenino por la separación en el masculino, lo positivo, que forma lo espiritual—las entidades o los noumenos—y su Śakti o principio femenino, lo negativo, la materia plástica, la existencia ilusoria o fenoménica. La Śakti es su energía en desarrollo, su fuerza o potencialidad.
Este símbolo, el tipo divino del primer masculino y femenino, puede compararse con el Adán terrestre antes de la separación final de Eva. En realidad, está en consonancia con el ideal perfecto de este Adán, el Adam Kadmon o Adán Celestial de la Cábala. La mitad de Brahma está en el lado derecho, el lado bueno, el del hombre; la mitad de Maya está en el lado izquierdo, el lado maligno, el de la mujer. Así, según los escritos sagrados hebreos, a través de Eva, la mujer, el mal fue introducido en el mundo. Compárese esto con el mito griego de Pandora.
Saliendo del linga-yoni, se encuentra la cadena de perlas o el círculo interconectado de las existencias, consideradas como átomos unidos y símbolo de todo lo existente. Es sostenida por la mano del lado masculino.
El halo de fuego está en el lado masculino, y desde él brotan chispas sobre el velo de Maya. En el lado de Maya, la actitud es de alegría o danza; la mano, levantada como si estuviera jugando, sostiene el velo. En su túnica cuelgan campanas y, de manera singular, se muestra el jeroglífico egipcio para el agua de la vida, mientras que el busto está desarrollado. Retratados en el velo están los prototipos de las criaturas. Compárese este simbolismo con el cinturón de Afrodita y el de Venus.
Como el doble cónyuge de Brahman (neutro), considerado aparte y en oposición a Él. La Brahma-Maya es la vida en la naturaleza, de la cual Brahman (neutro) es el alma. La Brahma-Maya es esa energía y fuerza ciega, potencial y poderosa, eternamente fecunda, que produce incesantemente bajo formas que se renuevan sin cesar; y que es adorada hoy en la India como la Gran Madre, la Madre Universal, en otras palabras, toda la naturaleza deificada. Maya es la madre del Amor o del Deseo, el primer principio o afinidad de todo afecto, creación y materia. Es incluso la propia materia, pero la materia sutil primitiva que coexiste con Dios (Brahman, neutro) desde toda la eternidad, contenida en Él, y simbolizada por los tres colores: rojo, blanco y negro; las tres cualidades o poderes de creación, preservación y destrucción, en consecuencia, la Trimurti, y también los tres gunas (cualidades): Verdad, Acción e Indiferencia, del Bhagavad Gita. (1)
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1. Estas tres cualidades son explicadas por Krishna en el Bhagavad Gita, como Satwa, bueno o inactivo, siendo puramente espiritual; Rajas, malo y activo; y Tamas, inactivo o indiferente y malo. Estas cualidades existen en cada mente humana y se mezclan en mayor o menor proporción en todo momento, según el individuo y también según sus circunstancias variables. Su enseñanza con respecto al Tamo guna es la misma que se enseña en la Biblia cristiana, pues él dice que para el hombre indiferente no hay salvación: es, por así decirlo, "expulsado como una nube rota"; y en Santiago I, 6-7, el hombre que duda es declarado incapaz de obtener nada, mientras que en Apocalipsis III, 16, los laodicenses son acusados de no ser ni fríos ni calientes, es decir, de ser indiferentes, y se les condena a ser "vomitados de la boca", lo cual es lo mismo que el destino que espera a aquellos en quienes predomina la indiferencia. Krishna declara que estos se vuelven cada vez más engañados en cada generación sucesiva hasta que, al final, alcanzan el nivel más bajo de la escala en la forma de materia primordial.
La diferencia entre ambas escuelas es que la de Krishna admite las doctrinas de la reencarnación y el karma, mientras que los cristianos modernos, ciegos ante su propia Biblia, rechazan estas leyes supremamente importantes, o más bien, las ignoran hasta ahora. [Ed.]
Es Maya quien, a través de la atracción de su belleza, hace que el Altísimo, desde el seno de Su inefable profundidad, olvidándose de Sí mismo, se una en la embriaguez del deseo con esa divina encantadora.
El velo misterioso, que ella había tejido con sus manos, lo recibió enteramente de ambos, y el pensamiento del Eterno Todopoderoso se fecundó y cayó en el Tiempo. Las innumerables formas de las criaturas representan los ideales perfectos tejidos sobre la urdimbre mágica, la trama y el tejido de toda existencia, con el cual el velo de Maya... (2) envuelve a su esposo y provoca la recurrencia del don de la vida.
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2. Maya es en Sanskrito la ilusión. [Ed.]