La Doctrina Secreta, Antropogenesis, pg 387-391
Es en las doctrinas religiosas de los
gnósticos donde mejor puede verse el verdadero significado del Dragón, la
Serpiente, el Macho Cabrío (chivo) y todos esos símbolos de poderes ahora
llamados Malignos; pues fueron ellos quienes divulgaron la naturaleza Esotérica
del sustituto judío de AIN-SOPH en sus enseñanzas; de cuyo verdadero
significado, mientras los rabinos lo ocultaban, los cristianos, con pocas
excepciones, nada sabían. Seguramente Jesús de Nazaret difícilmente habría
aconsejado a sus apóstoles que se mostraran tan sabios como la serpiente, si
ésta hubiera sido un símbolo del Maligno; ni los Ofitas, los sabios gnósticos
egipcios de la "Hermandad de la Serpiente", habrían reverenciado una
serpiente viviente en sus ceremonias como emblema de la SABIDURÍA, la divina
Sophia (y un tipo del todo-bueno, no del todo-malo), si ese reptil estuviera
tan estrechamente relacionado con Satán. El hecho es que incluso como ofidio
común ha sido siempre un símbolo dual; y como Dragón nunca había sido otra cosa
que un símbolo de la Deidad manifestada en su gran Sabiduría. El Draco volans,
el Dragón volador de los primeros pintores, puede ser una imagen exagerada del
verdadero animal antediluviano extinguido; pero los que tienen fe en las
enseñanzas ocultas creen que en los días de antaño hubo criaturas tales como
Dragones voladores, o una especie de Pterodáctilos, y que fueron esos
gigantescos lagartos alados los que sirvieron de prototipo para el Serafín (seraph)
de Moisés y su gran Serpiente de Bronce. *
Los judíos habían adorado ellos mismos a este último ídolo, pero, después de
las reformas religiosas llevadas a cabo por Ezequías, se dieron la vuelta y
llamaron a ese símbolo del Dios grande o
Superior de todas las demás naciones, un Diablo, y a su propio usurpador. el
"Dios Único" †
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* Véase
Números xxi. 8-9. Dios ordena a Moisés construir una Serpiente de bronce
"Saraph"; al contemplarla cura a los mordidos por las serpientes
ardientes. Estos últimos eran los Serafines, cada uno de los cuales, como
muestra Isaías (vi. 2), "tenía seis alas"; son los símbolos de
Jehová, y de todos los demás Demiurgos que producen de sí mismos seis hijos o
semejanzas - Siete con su Creador. Así, la serpiente de bronce es Jehová, el
jefe de las "serpientes ardientes". Y sin embargo, en 2 Reyes xviii.,
se muestra que el rey Ezequías, quien, como David su padre, "hizo lo recto
ante los ojos del Señor" - "rompió en pedazos la serpiente de bronce
que Moisés había hecho. . . y la llamó Nehushtan", o pedazo de bronce.
† Y
Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a contar a Israel (Crón. xxi.
1.) "La ira del Señor Jehová se encendió contra Israel", e incitó a
David a decir: "Ve, cuenta a Israel" (2 Samuel, xxiv. 1). Ambas cosas
son idénticas.
El apelativo
Sa'tan, en hebreo satán, "un adversario" (del verbo shatana,
"ser adverso", perseguir) pertenece por derecho al primero y más
cruel "adversario de todos los otros dioses" - Jehová, no a la
Serpiente, que sólo habló palabras de simpatía y sabiduría, y es en el peor de
los casos, incluso en el dogma, "el adversario de los hombres." Este
dogma, basado como está en el capítulo III. del Génesis, es tan ilógico e
injusto como paradójico. Pues, ¿quién fue el primero en crear a esa tentadora
original y, de ahí en adelante, universal del hombre: la mujer? Seguramente no
la serpiente, sino el propio "Señor Dios", quien, diciendo: "No
es bueno que el hombre esté solo", hizo a la mujer y "la trajo al
hombre" (18-22). Si el pequeño incidente desagradable que siguió fue y
sigue siendo considerado como el "pecado original", entonces exhibe
la previsión divina del Creador bajo una luz realmente pobre. Hubiera sido
mucho mejor para el primer Adán (del cap. 1) haber sido dejado "macho y
hembra" o "solo". Es el Señor Dios, evidentemente, quien fue la
causa real de todo el mal, el "agente provocador", y la Serpiente
-sólo un prototipo de Azazel, "el chivo expiatorio por el pecado de (el
Dios de) Israel", el pobre Tragos teniendo que pagar la pena por el error
de su Amo y Creador. Esto, por supuesto, está dirigido sólo a aquellos que
aceptan los acontecimientos iniciales del drama de la humanidad en el Génesis
en su sentido de letra muerta. Aquellos que los leen esotéricamente, no se ven
reducidos a especulaciones fantasiosas e hipótesis; saben cómo leer el
simbolismo que contienen, y no pueden equivocarse.
JEHOVÁ OPHIOMORPHOS (ofiomorfos).
En este momento no hay necesidad de tocar el significado místico y múltiple del nombre Jehová en su sentido abstracto, uno independiente de la Deidad falsamente llamada por ese nombre. Fue un Velo creado a propósito por los rabinos, un secreto conservado por ellos con un cuidado diez veces mayor después de que los cristianos les hubieran despojado del nombre de su Dios que era de su propiedad. * Pero se hace la siguiente afirmación. El personaje que es nombrado en los primeros cuatro capítulos del Génesis como "Dios", el "Señor Dios" y "Señor" simplemente, no es una y la misma persona; ciertamente no es Jehová. Hay tres clases o grupos distintos de Elohim llamados Sephiroth en la Kabala, Jehová sólo aparece en el capítulo IV, en cuyo primer versículo se le llama Caín, y en el último se transforma en humanidad - macho y hembra, jah-veh. † La "Serpiente", además, no es Satán, sino el Ángel luminoso, uno de los Elohim revestido de resplandor y gloria, que, prometiendo a la mujer que si comían del fruto prohibido "no moriréis ciertamente", cumplió su promesa e hizo al hombre inmortal en su naturaleza incorruptible. Ella es el Iao de los misterios, el Jefe de los Andróginos creadores de hombres. El capítulo III contiene (esotéricamente) la retirada del velo de ignorancia que cerraba las percepciones del Hombre Angélico, hecho a imagen de los Dioses "Sin Hueso", y la apertura de su conciencia a su verdadera naturaleza; mostrando así al Ángel luminoso (Lucifer) a la luz de un dador de Inmortalidad, y como el "Iluminador"; mientras que la verdadera Caída en la generación y la materia debe buscarse en el capítulo IV. Allí, Jehová-Caín, la parte masculina de Adán el hombre dual, habiéndose separado de Eva, crea en ella a "Abel", la primera mujer natural, ‡ y derrama la sangre Virginal. Ahora bien, Caín, mostrándose idéntico a Jehová, con la autoridad de la lectura correcta del versículo I. (capítulo IV., Génesis), en el texto original hebreo; y los Rabinos enseñando que "Kin (Caín), el Maligno, era el Hijo de Eva por Samael, el diablo que tomó el lugar de Adán"; y el Talmud añadiendo que "el Espíritu maligno, Satanás, y Samael, el ángel de la Muerte, son lo mismo" -(Babba Battra, 16a)- resulta fácil ver que Jehová (la humanidad, o "Jah-hovah") y Satanás (por tanto, la Serpiente tentadora) son uno y lo mismo en todos los aspectos. No hay Diablo, no hay Mal, fuera de la humanidad para producir un Diablo. El Mal es una necesidad y uno de los apoyos del universo manifestado. Es una necesidad para el progreso y la evolución, como la noche es necesaria para la producción del Día, y la Muerte para la de la Vida - para que el hombre pueda vivir para siempre.
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* Docenas de los escritores más eruditos han examinado a fondo los diversos significados del nombre J'hovah (con y sin los puntos masoréticos) y han mostrado sus múltiples implicaciones. La mejor de tales obras es la "Fuente de medidas, el misterio egipcio hebreo".
† En la obra citada (p. 233 Ap.), el versículo 26 del cap. 4º del Génesis se traduce correctamente "entonces los hombres comenzaron a llamarse Jehová", pero se explica menos correctamente, tal vez, ya que la última palabra debería escribirse Jah (macho) Hovah (hembra), para mostrar que a partir de ese momento comenzó la raza del hombre y la mujer claramente separados.
‡ Véanse para la explicación las excelentes páginas del apéndice vii. de la misma obra.
Satanás representa metafísicamente simplemente el reverso o el polo opuesto de todo en la naturaleza. * Es el "adversario", alegóricamente, el "asesino" y el gran Enemigo de todos, porque no hay nada en todo el universo que no tenga dos caras, los reversos de la misma medalla. Pero en ese caso, la luz, la bondad, la belleza, etc., pueden llamarse Satanás con tanta propiedad como el Diablo, puesto que son los adversarios de la oscuridad, la maldad y la fealdad. Y ahora la filosofía y la razón de ser de ciertas sectas cristianas primitivas -llamadas heréticas y vistas como la abominación de los tiempos- se harán más comprensibles. Podemos entender cómo fue que la secta de los SATANIANOS llegó a ser degradada, y fueron anatematizados sin ninguna esperanza de vindicación en un día futuro, ya que mantuvieron sus principios en secreto. Cómo, bajo el mismo principio, los CAINITAS llegaron a ser degradados, e incluso los (Judas) ISCARIOTES; el verdadero carácter del apóstol traidor nunca había sido presentado correctamente ante el tribunal de la Humanidad.
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* En Demonología, Satanás es el jefe de la oposición en el Infierno, cuyo monarca era Belcebú. Pertenece al quinto tipo o clase de demonios (de los cuales hay nueve según la demonología medieval), y está a la cabeza de brujas y hechiceros. Pero véase en el texto el verdadero significado de Baphomet, el Satán con cabeza de chivo, uno con Azaziel, el chivo expiatorio de Israel. La naturaleza es el dios PAN.
Como consecuencia directa, también quedan claros los principios de las sectas gnósticas. Cada una de estas sectas fue fundada por un Iniciado, mientras que sus principios se basaban en el conocimiento correcto del simbolismo de cada nación. Así se comprende por qué Ilda-Baoth era considerado por la mayoría de ellos como el Dios de Moisés, y se le tenía por un espíritu orgulloso, ambicioso e impuro, que había abusado de su poder usurpando el lugar del Dios supremo, aunque no era mejor, y en algunos aspectos mucho peor que sus hermanos Elohim; estos últimos representaban la deidad manifestada y que todo lo abarca sólo en su colectividad, puesto que fueron los creadores de las primeras diferenciaciones de la sustancia Cósmica primaria para la creación del Universo fenoménico. Por lo tanto Jehová fue llamado por los gnósticos el Creador de, y uno con Ophiomorphos, la Serpiente, Satanás, o MAL. (Véase "Isis Sin Velo", II, 184). Enseñaban que Turbo y Adonai eran "nombres de Jao-Jehovah, que es una emanación de Ilda Baoth" (Codex Nazaræus). (Véase Parte II., "Los Ángeles Caídos".) Esto equivalía en su lenguaje a decir lo que los rabinos expresaban de un modo más velado, al afirmar que - "Caín había sido engendrado por Samael o Satán".
Los Ángeles caídos son, en todos los sistemas antiguos, los prototipos de los hombres caídos - alegóricamente, y, esos mismos hombres - esotéricamente. Así los Elohim de la hora de la Creación se convirtieron en los "Beni-Elohim", los hijos de Dios, entre los cuales está Satán - en las tradiciones semíticas; la guerra en el cielo entre Thraetaona y Azhi-dahaka, la Serpiente destructora, termina en la tierra, según Burnouf, en la batalla de los hombres piadosos contra el poder del Mal, "de los iranios con los brahmanes arios de la India." Y el conflicto de los Dioses con los Asuras se repite en la Gran Guerra, el Mahabhârata. En la última religión de todas, el Cristianismo, todos los Combatientes, dioses y demonios, adversarios en ambos bandos, se transforman ahora en Dragones y Satanes, simplemente para conectar al MAL personificado con la Serpiente del Génesis, y probar así el nuevo dogma.*
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* Para más detalles sobre el mito satánico, véase la Parte II sobre Simbolismo, en este volumen.
(N.T, por nuevo dogma entiendase todas estas falacias de los Cristianos con respecto al Diablo y todo su circo de demonios. Una entidad maligna imaginaria, en contra de un dios imaginario.)