(El siguiente articulo es una publicación de la Logia Unida de Teósofos y cuyo articulo original se puede consultar presionando aquí en ingles.)
DIOS - LEY - SER. Tres Proposiciones Fundamentales
(La Doctrina Secreta Vol. I pp.13-17)
ANTES que el lector proceda a la consideración de las Estancias del Libro de Dzyan que forman la base del presente trabajo, es absolutamente necesario que se familiarice con las pocas concepciones fundamentales que subyacen e impregnan todo el sistema de pensamiento al cual se invita su atención. Estas ideas básicas son pocas en número y de su clara comprensión depende el entendimiento de todo lo que sigue; por lo tanto, no se requiere ninguna disculpa para pedir al lector que se familiarice con ellas primero, antes de entrar en la lectura de la obra misma.
La Doctrina Secreta establece tres proposiciones fundamentales
(a) Un PRINCIPIO Omnipresente, Eterno, Ilimitado e Inmutable sobre el cual toda especulación es imposible, ya que trasciende el poder de la concepción humana y sólo podría ser empequeñecido por cualquier expresión o similitud humana. Está más allá del alcance del pensamiento; en palabras de Mandukya, es "impensable e indescriptible".
Para aclarar estas ideas al lector general, partamos del postulado de que existe una Realidad absoluta que precede a todo ser manifestado y condicionado. Esta Causa Infinita y Eterna - vagamente formulada en el "Inconsciente" y el "Incognoscible" de la filosofía europea actual - es la raíz sin raíz de "todo lo que fue, es o será". Por supuesto, está desprovisto de todos los atributos y carece esencialmente de toda relación con el Ser manifestado y finito. Es "Seidad" más que Ser (en sánscrito, Sat), y está más allá de todo pensamiento o especulación.
Esta "Seidad" está simbolizado en la Doctrina Secreta bajo dos aspectos. Por un lado, el Espacio abstracto absoluto, que representa la subjetividad desnuda, la única cosa que ninguna mente humana puede excluir de ninguna concepción, ni concebir por sí misma. Por otra parte, el Movimiento Abstracto absoluto que representa la Conciencia Incondicionada. Incluso nuestros pensadores occidentales han demostrado que la Conciencia es inconcebible para nosotros aparte del cambio, y el movimiento simboliza mejor el cambio, su característica esencial. Este último aspecto de la Realidad una, está también simbolizado por el término "El Gran Aliento", símbolo suficientemente gráfico para no necesitar más elucidación. Así pues, el primer axioma fundamental de la Doctrina Secreta es este ABSOLUTO UNO metafísico - el Ser - simbolizado por la inteligencia finita como la Trinidad teológica.
Puede, sin embargo, ayudar al estudiante si se dan aquí algunas explicaciones adicionales.
Herbert Spencer ha modificado últimamente su agnosticismo hasta el punto de afirmar que la naturaleza de la "Causa Primera", que el ocultista deduce más lógicamente de la "Causa sin Causa", de lo "Eterno" y de lo "Incognoscible", puede ser esencialmente la misma que la de la Conciencia que brota dentro de nosotros: en resumen, que la realidad impersonal que impregna el Kosmos es el noúmeno puro del pensamiento. Este avance por su parte le acerca mucho al principio esotérico y vedantino.
Parabrahm (la Realidad Una, lo Absoluto) es el campo de la Conciencia Absoluta, es decir, aquella Esencia que está fuera de toda relación con la existencia condicionada, y de la cual la existencia consciente es un símbolo condicionado. Pero una vez que pasamos en pensamiento de esta (para nosotros) Negación Absoluta, la dualidad sobreviene en el contraste de Espíritu (o conciencia) y Materia, Sujeto y Objeto.
Espíritu (o Conciencia) y Materia deben, sin embargo, ser considerados, no como realidades independientes, sino como las dos facetas o aspectos del Absoluto (Parabrahm), que constituyen la base del Ser condicionado ya sea subjetivo u objetivo.
Considerando esta tríada metafísica como la Raíz de la que procede toda manifestación, el gran Aliento asume el carácter de Ideación precósmica. Es la fons et origo (fuente y origen) de la fuerza y de toda conciencia individual, y suministra la inteligencia rectora en el vasto esquema de la Evolución Cósmica. Por otra parte, la sustancia-raíz precósmica (Mulaprakriti) es ese aspecto del Absoluto que subyace en todos los planos objetivos de la Naturaleza.
Así como la Ideación precósmica es la raíz de toda conciencia individual, la Sustancia precósmica es el substrato de la materia en los diversos grados de su diferenciación,
De ahí que resulte evidente que el contraste de estos dos aspectos del Absoluto es esencial para la existencia del "Universo Manifestado". Aparte de la Substancia Cósmica, la Ideación Cósmica no podría manifestarse como conciencia individual, ya que sólo a través de un vehículo de materia brota la conciencia como Yo soy Yo", siendo necesaria una base física para enfocar un rayo de la Mente Universal en un cierto grado de complejidad. Una vez más, aparte de la Ideación Cósmica, la Sustancia Cósmica seguiría siendo una abstracción vacía, y no podría surgir la conciencia.