Diario de un Chela Hindú

 The Path, volumen 1, junion de 1886, A Hindu Chela's Diary: I*


DIARIO DE UN CHELA HINDÚ: I



(El MS original de este Diario, hasta donde llega, está en nuestro poder. Las pocas líneas introductorias son del amigo que nos lo comunicó. - Ed.)


En el mes de diciembre llegó a Benarés, en lo que esperaba fuera su última peregrinación. Cuanto he podido descifrar de este curioso manuscrito, escrito en una mezcla de tamil -la lengua del sur de la India- con mahratta, que, como sabéis, es totalmente diferente, demuestra que había hecho muchas peregrinaciones a los lugares sagrados de la India, no sé si por mero impulso o por indicación real. Si hubiera sido un hindú ordinario y religiosamente dispuesto, podríamos llegar a algún juicio al respecto, porque las peregrinaciones podrían haberse hecho para ganar méritos, pero como hace mucho tiempo que debió de haberse elevado por encima de las floridas cadenas incluso de los Vedas, no podemos decir realmente por qué razón se hicieron esos viajes. Aunque, como usted sabe, hace mucho tiempo que poseo estos documentos, hasta ahora no había llegado el momento de darlos a conocer. 


Cuando los recibí, él ya hacía tiempo que se había marchado de estos ajetreados escenarios a otros mucho más ajetreados, y ahora le doy libertad para publicar el relato fragmentario sin descripción de su persona. Como usted sabe, esta gente no está dispuesta a que circulen descripciones exactas de sí mismos. Siendo verdaderos discípulos, nunca les gusta decir que lo son, una manera muy contraria a la de esos afamados profesores de ciencias ocultas que oportuna o inoportunamente declaran su supuesta chelado (que es un díscipulo aceptado por un genuino M. Espiritual) desde lo alto de la casa.


*** Dos veces antes he visto estos templos silenciosos junto a la ondulante crecida del sagrado Ganges. Ellos no han cambiado, pero ¡qué cambios se han producido en mí! Y, sin embargo, eso no puede ser, porque el yo no cambia, sino sólo el velo que lo envuelve, que se desgarra o se pliega más estrecha y densamente para disfrazar la realidad. * Hace ya siete meses que empecé a utilizar el privilegio de escuchar a Kunala. Cada vez que fui a verle, el destino implacable me hizo retroceder. Fue el Karma, la ley justa, que obliga cuando no queremos, la que me lo impidió. Si hubiera vacilado entonces y regresado a la vida de entonces, incluso tan lejos en el pasado, mi destino en esta encarnación habría sido sellado - y él no habría dicho nada. ¿Por qué? Feliz era yo de saber que el silencio no habría indicado en él ninguna pérdida de interés por mi bienestar, sino sólo que el mismo Karma impedía la interferencia. Muy poco después de verle por primera vez, sentí que no era lo que parecía exteriormente. En poco tiempo, la sensación se convirtió en una creencia tan fuerte que cuatro o cinco veces pensé en arrojarme a sus pies y rogarle que se revelara ante mí. Pero pensé que era inútil, pues sabía que yo era bastante impura y no se me podía confiar aquel secreto. Si permanecía en silencio, pensaba que él me lo confiaría cuando me considerase digno de ello. 


Pensé que debía de ser algún gran adepto hindú que había asumido aquella forma ilusoria. Pero allí surgió esta dificultad, porque yo sabía que él recibía cartas de varios allegados en diferentes partes, y esto le obligaría a practicar la ilusión por todo el globo, pues algunos de esos allegados estaban en otros países, donde él también había estado. Se me ocurrieron varias explicaciones. * Estaba en lo cierto en mi concepción original de Kunala de que se trataba de algún gran Adepto indio. De este tema hablé constantemente con él desde entonces - - aunque me temo que no soy, y tal vez no seré en esta vida digno de su compañía. Mi inclinación ha sido siempre en este sentido. Siempre pensé en retirarme de este mundo y entregarme a la devoción. A Kunala le expresé a menudo esta intención, para poder estudiar esta filosofía, que es la única que puede hacer feliz al hombre en este mundo. Pero él solía preguntarme qué haría allí solo. Me dijo que, en vez de alcanzar mi objetivo, tal vez me volvería loco si me quedaba solo en las selvas sin nadie que me guiara; que era tan tonto como para pensar que yendo a las selvas podría encontrarme con un adepto, y que si realmente quería alcanzar mi objetivo tendría que trabajar en la reforma en la que había conocido a tantos hombres buenos y a él mismo también, y que cuando los Superiores, a quienes no me atrevo a mencionar por otros nombres, estuvieran satisfechos conmigo, ellos mismos me apartarían del ajetreado mundo y me enseñarían en privado. Y cuando, tontamente, le pedí muchas veces que me diera los nombres y direcciones de algunos de esos Seres Superiores, me dijo una vez: "Uno de nuestros Hermanos me ha dicho que, como me persigues tanto, es mejor que te diga de una vez por todas que no tengo derecho a darte ninguna información sobre ellos, pero que si sigues preguntando a los hindúes que encuentres lo que saben sobre el asunto, puede que oigas hablar de ellos, y puede que uno de esos Seres Superiores se cruce en tu camino sin que lo conozcas, y te diga lo que debes hacer". Éstas eran órdenes, y yo sabía que debía esperar, y aún así sabía que sólo a través de Kunala lograría mi objetivo. * * *


"Pregunté entonces a uno o dos de mis compatriotas, y uno de ellos me dijo que había visto a dos o tres de esos hombres, pero que no eran exactamente lo que él creía que eran 'Raj Yogs'. También dijo que había oído hablar de un hombre que había aparecido varias veces en Benarés, pero que nadie sabía dónde vivía. Mi decepción se hizo más amarga, pero nunca perdí la firme confianza de que los Adeptos viven en la India y aún pueden encontrarse entre nosotros. Sin duda también hay algunos en otros países, si no, ¿por qué había ido Kunala a ellos? * * * A consecuencia de una carta de Vishnurama, que decía que un tal X (me resulta imposible descifrar este nombre.) vivía en Benarés, y que Swamiji K lo conocía. Sin embargo, por ciertas razones no pude dirigirme directamente a Swamiyi K., y cuando le pregunté si conocía a X., me contestó "Si existe tal hombre aquí, no se le conoce". De este modo tan evasivo me respondió en muchas ocasiones, y vi que todas mis expectativas al ir a Benarés eran sólo castillos en el aire. Pensé que sólo había ganado el consuelo de que cumplía una parte de mi deber. Así que escribí de nuevo a Nilakant: "Según tus indicaciones, no le he hecho saber lo que sé de él ni cuáles son mis intenciones. Parece creer que en esto estoy trabajando para ganar dinero, y hasta ahora lo he mantenido en la oscuridad en lo que respecta a mí, y yo mismo estoy andando a tientas en la oscuridad. Espero que usted me ilumine, etc.". * * * El otro día Nilakant vino repentinamente aquí y me encontré con Sw. K. y a él juntos, cuando para mi sorpresa K mencionó enseguida a X, diciendo que le conocía bien y que venía a verle a menudo, y luego se ofreció a llevarnos allí. Pero justo cuando nos íbamos, llegó al lugar un oficial inglés que había hecho un servicio a Kunala en algún tiempo pasado. De alguna manera había oído hablar de X y se le permitió venir. Tales son las complejidades del Karma. Era absolutamente necesario que él también fuera, aunque sin duda su educación europea nunca le permitiría aceptar más que a medias la doctrina del Karma, tan entretejida hacia adelante y hacia atrás en nuestras vidas, tanto las de ahora, como las pasadas y las venideras. 


En la entrevista con X, no pude ganar nada, y así nos fuimos. Al día siguiente vino X a vernos. Nunca habla de sí mismo, sino como "este cuerpo". Me dijo que primero había estado en el cuerpo de un faquir, quien, al quedar inutilizada su mano por un disparo que recibió al pasar por la fortaleza de Bhurtpore, tuvo que cambiar de cuerpo y elegir otro, en el que ahora se encontraba. Un niño de unos siete años estaba muriendo en ese momento, y así, antes de la completa muerte física, este Fakir había entrado en el cuerpo y después lo había utilizado como propio. Por lo tanto, no es lo que parece ser. Como Fakir había estudiado la ciencia del Yoga durante 65 años, pero habiendo sido interrumpido ese estudio en el momento en que fue incapacitado, dejándole incapacitado para la tarea que tenía que realizar, tuvo que elegir esta otra. En su cuerpo actual tiene 53 años, y en consecuencia el X interior tiene 118 años. * Por la noche le oí hablar con Kunala, y descubrí que cada uno tenía el mismo Gurú, que a su vez es un Adepto muy grande, cuya edad es de 300 años, aunque en apariencia parece tener sólo 40. (Hay una peculiaridad en este Gurú, y es que es un gran Adepto. (Hay una peculiaridad en esto, que todos los relatos de Cagliostro, St. Germain y otros Adeptos, dan la edad aparente de cuarenta años solamente. -) Dentro de algunos siglos entrará en el cuerpo de un Kshatriya, (La casta guerrera de la India. - [Ed.]) y hará algunas grandes hazañas por la India, pero el tiempo todavía no ha llegado."

continuara....



The Path volumen 1, julio 1886, A Hindu Chela's Diary: II



DIARIO DE UN CHELA HÍNDU: II



"Ayer fui con Kunala a ver los vastos y curiosos templos que dejaron aquí nuestros antepasados. Algunos están en ruinas, y otros sólo muestran la pérdida del tiempo. Qué diferencia entre mi apreciación de estos edificios ahora, con Kunala para señalarme significados que nunca vi, y la que tuve cuando los vi en mi primera peregrinación, hecha hace tantos años con mi padre. * * * * * *


Una gran parte del MS. aquí, aunque escrito en los mismos caracteres que el resto, ha sido evidentemente alterado de alguna manera por el escritor, con el fin de proporcionar pistas destinadas a sí mismo. Podría descifrarse con un poco de esfuerzo, pero debo respetar su deseo de mantener invioladas las partes así modificadas. Parece que aquí se anotan algunos asuntos relacionados con cosas secretas, o al menos, con cosas que él deseaba que no se entendieran a simple vista. Así que escribiré la pequeña parte que pueda contarse fácilmente sin romper ninguna confidencia.


Es evidente que él había estado a menudo antes en la ciudad santa de Benarés, y la había visto simplemente como un lugar de peregrinación para los religiosos. Entonces, a sus ojos, aquellos famosos templos no eran más que templos. Pero ahora descubrió, bajo la instrucción de Kunala, que todos los edificios realmente antiguos de toda la colección habían sido construidos con el fin de poner en piedra imperecedera, los símbolos de una religión muy antigua. Kunala, dice, le dijo que aunque los templos fueron construidos cuando ninguna suposición de la gente común de aquellas épocas se inclinaba hacia la idea de que pudieran surgir naciones que ignorasen las verdades entonces universalmente conocidas, o que la oscuridad envolviese el intelecto de los hombres, había entonces muchos Adeptos bien conocidos por los gobernantes y por el pueblo. Todavía no habían sido empujados por el destino inexorable a lugares alejados de la civilización, sino que vivían en los templos y, aunque no detentaban el poder temporal, ejercían una influencia moral que era mucho mayor que cualquier soberanía de la tierra. (En la antigua civilización azteca de México, el orden sacro era muy numeroso. A la cabeza de todo el establecimiento había dos sumos sacerdotes, elegidos de entre la orden, únicamente por sus cualificaciones, demostradas por su conducta anterior en un puesto subordinado. Eran iguales en dignidad y sólo inferiores al soberano, que rara vez actuaba sin su consejo en asuntos importantes de interés privado. Sahagún Hist. de Nueva España, lib. 2; lib. 3 cap. 9 - Torq. Mon. Ind. lib. 8 cap 20; lib. 9, cap. 3, 56; citado por Prescott en vol. 1, Conq. Mex. p. 66). - Ed.) Y sabían que llegaría el tiempo en que la pesada influencia de la edad oscura haría que los hombres hubiesen olvidado por mucho tiempo incluso que tales seres hubiesen existido, o que se hubiesen sostenido jamás doctrinas distintas de la doctrina basada en los derechos materiales de mío y tuyo. Si las enseñanzas se dejaran simplemente en papel o papiro o pergamino, se perderían fácilmente, a causa de esa descomposición que es natural a la membrana vegetal o animal. Pero la piedra dura, en un clima fácil, durante edades. Así que estos Adeptos, algunos de ellos aquí y allá siendo realmente ellos mismos Maha Rajahs, (Rey o Gobernante.) hicieron que los templos fueran construidos en formas, y con tales ornamentos simbólicos, que las razas futuras pudieran descifrar doctrinas de ellos. En esto, según él, se hace evidente una gran sabiduría, ya que haberlos tallado con frases en el idioma predominante habría frustrado el objetivo, puesto que los idiomas también cambian, y se habría producido una confusión tan grande como en el caso de los jeroglíficos egipcios, a menos que también se hubiera preparado una piedra clave; pero eso mismo podría perderse, o a su vez ser ininteligible. Las ideas que subyacen a los símbolos no se alteran, sea cual fuere el idioma, y los símbolos son claros inmortalmente, porque están fundados en la naturaleza misma, con respecto a esta parte del asunto, escribe que Kunala le informó que el idioma usado entonces no era el sánscrito, sino uno mucho más antiguo ahora totalmente desconocido en el mundo.


De una frase suelta del MS. se desprende que Kunala se refirió a un curioso edificio construido hace muchos años en otra parte de la India y ahora visible, con el que ilustró la diferencia entre una construcción inteligente y otra no inteligente. Este edificio era el producto del cerebro de un Chandala, (un hombre de casta baja, por ejemplo, un barrendero. Un edificio de este tipo puede verse ahora en Bijapur, India. - ) que se había enriquecido gracias a un curioso capricho. Sus astrólogos le habían dicho al Rajá, al ocurrir algún acontecimiento, que debía dar una inmensa suma de dinero a la primera persona que viera al día siguiente, con la intención de que se presentara a una hora temprana. Al día siguiente, a una hora habitualmente temprana, el Rajá se levantó, se asomó a la ventana y vio al tal Chandala. Reunió a sus astrólogos y a su consejo, así como al pobre barrendero, y le regaló millones y millones de rupias. Con el dinero, el Chandala construyó un edificio de granito con inmensas cadenas monolíticas que colgaban de sus cuatro esquinas. Su única simbología era el cambio de las cadenas del destino: de casta baja pobre a casta baja alta rica. Sin la historia, el edificio no nos dice nada.


Pero los símbolos del templo, no sólo los tallados en ellos, sino también su coyuntura, no necesitan historia ni conocimiento de ningún acontecimiento histórico. Tal es la sustancia de lo que escribe tal como se lo contó Kunala. Dice también que esta simbología se extiende no sólo a las doctrinas y a la cosmología, sino también a las leyes de la constitución humana, espiritual y material. La explicación de esta parte está contenida en las partes alteradas y crípticas del MS. Luego continúa:


* * * "Ayer, justo después de la puesta del sol, mientras Kunala y X hablaban, Kunala de repente pareció entrar en una condición inusual, y unos diez minutos después una gran cantidad de flores malwa cayó sobre nosotros desde el techo.


"Ahora debo ir a... y hacer lo que él ordenó. Mi deber está bastante claro, pero ¿cómo voy a saber si lo cumpliré correctamente? * * * Cuando estaba allí y después de haber terminado mi trabajo y me preparaba para regresar aquí, un faquir errante se encontró conmigo y me preguntó si podía encontrar por mí el camino correcto a Karli. Se lo indiqué, y entonces me hizo algunas preguntas que parecían como si supiera cuál había sido mi asunto: también tenía una mirada muy significativa en su rostro, y varias de sus preguntas estaban aparentemente dirigidas a conseguir que le contara algunas cosas que Kunala me había dicho justo antes de dejar Benarés con una orden de secreto. Las preguntas no lo indicaban a primera vista, sino que tenían el carácter de indagaciones acerca de tales asuntos, que si yo no hubiera tenido cuidado, habría violado la orden. Entonces me dejó diciendo: "Usted no me conoce, pero puede que nos veamos". * Anoche regresé y sólo vi a X, a quien relaté el incidente con el faquir, y me dijo que 'no era otro que el propio Kunala, utilizando el cuerpo de ese faquir, quien había dicho esas cosas, y si volvieras a ver a ese faquir no se acordaría de ti y no podría repetir sus preguntas, ya que por el momento se había apoderado de él con ese propósito, Kunala, que a menudo realiza esas cosas'. Entonces le pregunté si en ese caso Kunala había entrado realmente en el cuerpo del faquir, ya que tengo una extraña reticencia a hacer tales preguntas a Kunala, y X me contestó que si quería preguntar si había entrado realmente y de hecho en la persona del faquir, la respuesta era no, pero que si quería preguntar si Kunala había vencido los sentidos de ese faquir, sustituyéndolos por los suyos propios, la respuesta era sí; dejándome que sacara mis propias conclusiones. * Ayer tuve la suerte de que me mostraran el proceso que se sigue al entrar en un cuerpo vacío o al utilizar uno que tiene su propio ocupante. Comprobé que en ambos casos era el mismo, y también se me informó de que un Bhut (un caparazón astral obsesivo. Los hindúes los consideran reliquias de personas fallecidas.) recorre el mismo camino para apoderarse del cuerpo o de los sentidos de esas desafortunadas mujeres de mi país que a veces son poseídas por ellos. Y el Bhut también entra a veces en posesión de una parte solamente del cuerpo de la persona obsesionada, tal como un brazo o una mano, y esto lo hacen influenciando la parte del cerebro que tiene relación con ese brazo o mano; de la misma manera con la lengua y otros órganos del habla. Con cualquier otra persona que no fuera Kunala, no habría permitido que utilizaran mi propio cuerpo para el experimento. Pero me sentí perfectamente seguro de que no sólo me dejaría entrar de nuevo, sino también de que no permitiría que ningún extraño, hombre o gandharba (espíritu de la naturaleza o elemental) entrase después de él. Fuimos a -- y él * *. Tuve la sensación de haber salido de repente a la libertad. Él estaba a mi lado y al principio pensé que no había hecho más que empezar. Pero me indicó que mirara, y allí en la colchoneta vi mi cuerpo, aparentemente inconsciente. Mientras miraba * * * el cuerpo de mí mismo, abrió los ojos y se levantó. Entonces era superior a mí, porque el poder animador de Kunala lo movía y lo dirigía. Parecía incluso que me hablaba. A su alrededor, atraídas hacia él por aquellas influencias magnéticas, vacilaban y se movían formas astrales que en vano intentaban susurrar al oído o penetrar por el mismo camino. ¡En vano! Parecían ser alejadas por el aire o los alrededores de Kunala. Volviéndome para mirarle, y esperando verle en estado de samadhi, sonreía como si nada, o a lo sumo, sólo una parte, de su poder le hubiera sido arrebatado * * * otro instante y volví a ser yo mismo, la estera se sentía fresca al tacto, los bhuts habían desaparecido, y Kunala me ordenó que me levantase.


Me ha dicho que vaya a las montañas de -- donde suelen vivir -- y --, y que aunque no viera ningún cuerpo la primera vez, el aire magnetizado en el que viven me haría mucho bien. Generalmente no se detienen en un solo lugar, sino que siempre se desplazan de un sitio a otro. Sin embargo, se reúnen todos juntos ciertos días del año en un lugar determinado cerca de Bhadrinath, en el norte de la India. Me recordó que como los hijos de la India son cada vez más perversos, esos adeptos se han ido retirando gradualmente cada vez más hacia el norte, a las montañas del Himalaya. * * * De qué gran trascendencia es para mí estar siempre con Kunala. Y ahora X me dice esto mismo que siempre he sentido. Todo el tiempo he sentido y sigo sintiendo fuertemente que una vez fui su más obediente y humilde discípulo en una existencia anterior. Todas mis esperanzas y planes futuros se centran en él. Por lo tanto, mi viaje al norte del país me ha hecho un bien, el de fortalecer mi creencia, que es la base principal sobre la que se construirá la gran estructura. * * * Mientras caminaba al final del recinto de Ramalinga sosteniendo una pequeña lámpara de fabricación europea, y mientras no había viento, la luz se apagó tres veces. No pude explicarlo. Tanto Kunala como X estaban lejos. Pero en otro momento, la luz se apagó de repente por completo, y cuando me detuve, la voz del venerado Kunala, que yo suponía que estaba a muchas millas de distancia, me habló, y lo encontré allí de pie. Hablamos durante una hora, y me dio un buen consejo, aunque yo no se lo había pedido -así ocurre siempre que, cuando avanzo sin miedo y no pido nada, obtengo ayuda en un momento realmente crítico-, luego me bendijo y se marchó. Tampoco pude atreverme a mirar en qué dirección. En aquella conversación, hablé de la luz que bajaba y quise una explicación, pero me dijo que yo no tenía nada que ver. Entonces le dije que quería saber, como podía explicarlo de dos maneras, a saber: 1º, que lo hiciera él mismo, o 2º, que lo hiciera otra persona por él. Él contestó, que aunque fuera hecho por alguien más, ningún Yogui hará algo a menos que vea el deseo en la mente de otro Yogui. (Esta frase es de gran importancia. La mente occidental se deleita mucho más en los efectos, las personalidades y la autoridad, que en la búsqueda de las causas, del mismo modo que muchos teósofos han buscado insistentemente saber cuándo y dónde Madame Blavataky realizó alguna hazaña mágica, en lugar de buscar las causas o las leyes que rigen la producción de los fenómenos. En esta frase en cursiva está la clave de muchas cosas, para los que saben ver. - (Ed.) La significación de esto alejó de mi mente todo deseo de saber quién lo hizo, si él mismo, o un elemental u otra persona, porque es de más importancia para mí conocer aunque sea una parte de las leyes que gobiernan tal cosa, que saber quién pone esas leyes en funcionamiento. Incluso alguna concatenación ciega de la naturaleza podría poner tales fuerzas naturales en efecto de acuerdo con las mismas leyes, de modo que un conocimiento de que la naturaleza lo hizo no sería un conocimiento de ninguna consideración. (Continuará)



The Path Volumen1, agosto 1886: A Hindu Chela's Diary: III



DIARIO DE UN CHELA HÍNDU: III






(En respuesta a varias preguntas sobre el significado de Chela, respondemos que aquí significa un discípulo aceptado de un Adepto. La palabra, en general, significa, Discípulo).


(Continuación del número de julio)


"Siempre he sentido y aún siento fuertemente que ya una vez estudié esta sagrada filosofía con Kunala, y que debo haber sido, en una vida anterior, su más obediente y humilde discípulo. Esto debe haber sido un hecho, o de lo contrario cómo explicar los sentimientos creados en mí cuando lo conocí por primera vez, aunque ninguna circunstancia especial o notable estaba relacionada con ese evento. Todas mis esperanzas y planes se centran en él, y nada en el mundo puede sacudir mi confianza en él, especialmente cuando varios de mis conocidos brahmanes me dicen las mismas cosas sin consulta previa. * * *


"Ayer fui a la gran fiesta de Durga, y pasé casi todo el día buscando entre la inmensa multitud de hombres, mujeres, niños y mendicantes a alguno de los amigos de Kunala, pues él me dijo una vez que nunca estuviera seguro de que no estuvieran cerca de mí, pero no encontré a ninguno que pareciera responder a mis ideas. Cuando estaba de pie junto al ghaut, a la orilla del río, pensando que tal vez me habían dejado solo para poner a prueba mi paciencia, un viejo y aparentemente muy decrépito Bairagee me tiró de la manga y me dijo: 'Nunca esperes ver a nadie, pero estate siempre dispuesto a responder si te hablan; no es prudente buscar fuera de ti a los grandes seguidores de Vasudeva: mira más bien dentro'.


"Esto me sorprendió, pues esperaba que me rogara o me pidiera información. Antes de que recobrara la lucidez, se había mezclado a los pocos pasos con un grupo de gente, y en vano le busqué: había desaparecido. Pero la lección no está perdida.


"Mañana vuelvo a I...


"El trabajo de la semana pasada, y sobre todo el de la tarde pasada, fue muy fatigoso en el sentido corporal, y al acostarme anoche en mi estera, después de haber continuado el trabajo hasta bien entrada la noche, me quedé profundamente dormido. Llevaba durmiendo una o dos horas cuando me desperté de un sobresalto y me encontré en perfecta soledad, sólo perturbado por los horribles aullidos de los chacales de la jungla. La luna brillaba intensamente y me acerqué a la ventana de esta casa de estilo europeo, la abrí y miré hacia fuera. Al ver que el sueño se había ido, empecé de nuevo con aquellas hojas de palmera. Justo después de empezar, un golpecito llamó mi atención y abrí la puerta. Me alegré mucho al ver a Kunala de pie, una vez más inesperado.


"'Ponte el turbante y ven conmigo', dijo y se dio la vuelta.

"Metiendo los pies en las sandalias y recogiéndome el turbante, me apresuré tras él, temeroso de que el maestro me sobrepasara, y me quedara la desgracia de perder una oportunidad de oro.


"Se adentró en la jungla y giró por un sendero poco frecuentado. Los chacales parecían retroceder en la distancia; de vez en cuando, en los árboles de mango, los zorros voladores crujían aquí y allá, mientras yo podía oír claramente el singular ruido que hacía una serpiente asustada al alejarse apresuradamente sobre las hojas. El miedo no se apoderó de mi pecho, pues el amo iba delante. Por fin llegó a un lugar que parecía desprovisto de árboles y, agachándose, pareció hundir la mano en la hierba. Entonces vi que allí había una trampilla o entrada a una escalera muy curiosamente construida. La escalera se hundía en la tierra. Él bajó y yo sólo pude seguirlo. La puerta se cerró detrás de mí, pero no estaba oscuro. Había mucha luz, pero ni entonces ni ahora me importaba saber de dónde venía. Me recordó las viejas y extrañas historias que nos contaban en la juventud sobre peregrinos que bajaban al país de los Devas, donde, aunque no se veía el sol, había mucha luz.


"Al final de la escalera había un pasadizo. Aquí vi gente, pero no me hablaron y parecía que ni siquiera me veían, aunque sus ojos se dirigían hacia mí. Kunala no dijo nada pero siguió caminando hasta el final, donde había una habitación en la que había muchos hombres con un aspecto tan grandioso como él pero dos más horribles, uno de los cuales estaba sentado en el extremo.



* * * * * * * *



[Aquí hay una masa confusa de símbolos y cifras que confieso que no puedo descifrar, e incluso si tuviera la capacidad de hacerlo, me detendría, porque supongo que es su propia manera de anotar para su propio recuerdo, lo que ocurrió en esa habitación. Ni siquiera creo que una lectura simple de la misma daría el sentido a nadie más que el propio escritor, por esta razón, que es evidentemente fragmentaria. Por ejemplo, encuentro entre el resto, una especie de notación de una división de estados o planos: si de conciencia, de vida animada, o de vida elemental, no puedo decirlo; y en cada división hay jeroglíficos que podrían representar animales, o habitantes del mundo astral, o cualquier otra cosa - incluso sólo ideas, así que procederé en el lugar de su regreso].


"Una vez más salí al pasadizo, pero nunca, que yo sepa, subí aquellos escalones, y en un momento estaba de nuevo en mi puerta. Estaba como la dejé, y sobre la mesa encontré las hojas de palma tal como las dejé caer, excepto que junto a ellas había una nota de mano de Kunala, que decía:


"'Nilakant - no te esfuerces todavía en pensar demasiado profundamente en las cosas que acabas de ver. Deja que las lecciones calen hondo en tu corazón, y tendrán su propio fruto. Mañana te veré". * * * *


"Qué gran bendición la mía de haber tenido la compañía de Kunala durante tantos días incluso --. Sin embargo, muy pocas veces me dijo algunas palabras de aliento y buenos consejos sobre cómo debía continuar. Parece que me deja elegir mi propio camino. Esto es correcto, creo, porque de otra manera uno nunca obtendría ninguna fuerza individual o poder de discriminación. Felices fueron aquellos momentos, cuando solos a medianoche, tuvimos entonces una conversación. Cuán ciertas me parecieron entonces las palabras del Agroushada Parakshai:


"'Escucha mientras el Sudra duerme como el cavado bajo su choza, mientras el Vaysa sueña con los tesoros que atesora, mientras el Rajá duerme entre sus mujeres. Este es el momento en que los hombres justos, que no están bajo el dominio de su carne, comienzan el estudio de las ciencias.' (Véase Agrouahada Parakshai. 2º libro, 23º diálogo. - [Ed.].)


"La hora de medianoche debe tener poderes de una naturaleza peculiar. Y ayer supe, hojeando el libro de un inglés, que incluso los semibárbaros hablan de esa hora como 'la hora de las brujas', y me han dicho que entre ellos 'bruja' significa tener poder mágico. * * * *


"Nos detuvimos en la casa de descanso de B - ayer por la tarde, pero la encontramos ocupada y por eso nos quedamos en el porche a pasar la noche. Pero una vez más iba a ser bendecido por otra visita con Kunala a algunos; de sus amigos a quienes venero y que espero me bendigan a mí también.

"Cuando todo el mundo se hubo calmado, me dijo que le acompañara hasta el mar, que no estaba lejos. Caminamos unos tres cuartos de hora por la orilla del mar, y luego entramos como en el mar. Al principio me entró un ligero miedo, pero vi que parecía haber un camino, aunque el agua nos rodeaba por todas partes. Él delante y yo detrás, avanzamos unos siete minutos, cuando llegamos a una pequeña isla; en ella había un edificio y encima una luz triangular. Desde la orilla del mar, la isla parecía un lugar aislado cubierto por completo de arbustos verdes. Para acceder sólo hay una entrada. Y nadie puede descubrirla a menos que el ocupante desee que el buscador encuentre el camino. En la isla tuvimos que rodear un poco de espacio antes de llegar frente al edificio propiamente dicho. Delante hay un pequeño jardín y allí estaba sentado otro amigo de Kunala con la misma expresión de los ojos que él y también lo reconocí como uno de los que estaban en la habitación subterránea. Kunala se sentó y yo me puse delante de ellos. Nos quedamos una hora y vimos una parte del lugar. ¡Qué agradable es! Y dentro tiene una pequeña habitación donde deja su cuerpo cuando él mismo se desplaza a otros lugares. ¡Qué lugar tan encantador, y qué delicioso olor a rosas y a diversas clases de flores! Cómo me gustaría visitar ese lugar a menudo. Pero no puedo permitirme esos sueños ociosos ni esa clase de codicia. El dueño del lugar puso su mano bendiciente sobre mi cabeza, y nos alejamos de vuelta a la Casa de Reposo y al día siguiente lleno de luchas y de encuentros con hombres que no ven la luz, ni oyen la gran voz del futuro; que están atados a la tristeza porque están firmemente apegados a los objetos del sentido. Pero todos son mis hermanos y debo seguir tratando de hacer la obra del maestro que no es más que, de hecho, la obra del Yo Real que es Todo y está en Todo."




The Path volumen 1, septiembre 1886, A Hindu Chela's Diary: IV



DIARIO DE UN CHELA HÍNDU: IV




"He estado revisando ese mensaje que recibí justo después de regresar del cuarto subterráneo, sobre no reflexionar aún demasiado sobre lo que vi allí, sino dejar que las lecciones penetren profundamente en mi corazón. ¿Puede ser verdad —debe ser verdad, en realidad— que tenemos períodos en nuestro desarrollo en los que es necesario descansar para el cerebro físico, para darle tiempo, como una máquina mucho menos compleja de lo que dicen estos profesores ingleses, para asimilar lo que ha recibido, mientras al mismo tiempo el verdadero cerebro —podríamos decir, el cerebro espiritual— continúa tan ocupado como siempre, manejando todos los hilos del pensamiento cortados de la cabeza? Por supuesto, esto va en contra de la ciencia moderna de la que tanto se habla ahora como si estuviera a punto de ser introducida en toda Asia, pero es perfectamente coherente para mí.


"Para reconsiderar la situación: fui con Kunala a este lugar subterráneo, y allí vi y escuché cosas muy instructivas y solemnes. Regreso a mi habitación y comienzo a reflexionar sobre todo ello, a darle vueltas y revueltas en mi mente, con la intención de aclarar todo y descubrir lo que todo puede significar. Pero soy interrumpido por una nota de Kunala que me indica que deje de pensar en eso, y que permita que todo lo que vi se asiente profundamente en mi corazón. Cada palabra suya la considero con respeto y pienso que tiene un significado, nunca las usa descuidadamente. Así que cuando dice que lo deje hundirse en mi 'corazón', en la misma oración en la que se refiere a mi parte pensante —la mente—, debe querer separar mi corazón de mi mente y darle al corazón un poder más grande y mayor.


"Bueno, obedecí la orden, me hice olvidar, en la medida de lo posible, de lo que vi y me confundió, y pensé en otras cosas. Pronto, después de unos días, mientras una tarde pensaba en un episodio relatado en el Vishnu Purana (1), ocurrió que levanté la vista hacia una antigua casa que estaba pasando y me detuve a examinar un curioso dispositivo en el pórtico; al hacer esto, pareció como si el dispositivo, o la casa, o la circunstancia misma, por pequeña que fuera, abriera de inmediato varios caminos de pensamiento sobre la habitación subterránea, los hizo todos claros, me mostró la conclusión tan vivamente como una proposición bien demostrada y completamente ilustrada, para mi intensa satisfacción. Ahora pude percibir con claridad que esos pocos días, que parecían tal vez perdidos porque me retiré de la contemplación de esa escena y sus lecciones, habían sido utilizados con gran ventaja por el hombre espiritual para desentrañar la madeja, mientras que el cerebro tan elogiado había permanecido en ociosidad. De repente vino el destello y con él el conocimiento. (2) Pero no debo depender de estos destellos, debo proporcionar al cerebro y a su gobernante, el material para trabajar.



1 Un antiguo libro hindú lleno de cuentos así como doctrinas. — [Ed.]

2 Estos destellos de pensamiento no son desconocidos incluso en el mundo científico, como donde en un momento así de locura, se reveló a un científico inglés que debe haber hierro en el sol; y Edison obtiene sus ideas así. — [Ed.]






********



"Anoche, justo cuando estaba a punto de irme a descansar, la voz de Kunala me llamó desde afuera y fui allí de inmediato. Mirándome fijamente, dijo: 'queremos verte', y mientras hablaba, gradualmente cambió, o desapareció, o fue absorbido, en la forma de otro hombre con un rostro impresionante y ojos, cuya forma aparentemente se levantó del material del cuerpo de Kunala. Al mismo momento, otros dos estaban allí también, vestidos con el traje tibetano; y uno de ellos entró en mi habitación de la que había salido. Después de saludarlos reverentemente, y sin saber cuál era su objetivo, le dije al más grande:


"'¿Tienes alguna orden que dar?'


"'Si las hay, te serán dadas sin necesidad de que las pidas', respondió, 'quédate quieto donde estás.'


"Luego comenzó a mirarme fijamente. Sentí una sensación muy agradable como si estuviera saliendo de mi cuerpo. No puedo decir ahora cuánto tiempo pasó entre eso y lo que ahora voy a anotar aquí. Pero vi que estaba en un lugar peculiar. Era el extremo superior de —— al pie de la cordillera de ——. Aquí había un lugar donde solo había dos casas justo enfrente una de la otra, y ningún otro signo de habitación; de una de estas salió el viejo faquir que vi en el festival de Durga, pero cómo había cambiado, y sin embargo era el mismo: entonces tan viejo, tan repulsivo; ahora tan joven, tan glorioso, tan hermoso. Me sonrió benignamente y dijo:


"'Nunca esperes ver a nadie, pero siempre esté listo para responder si te hablan; no es sabio mirar afuera de ti mismo para los grandes seguidores de Vasudeva: busca más bien dentro de ti.'


"¡Las mismas palabras del pobre faquir!

"Luego me indicó que lo siguiera.


"Después de recorrer una corta distancia, de aproximadamente media milla más o menos, llegamos a un pasaje subterráneo natural que está bajo la cordillera de ——. El camino es muy peligroso; el río —— fluye debajo con toda la furia de las aguas acumuladas, y existe un camino natural sobre el cual se puede pasar; solo una persona a la vez puede ir allí y un paso en falso sella el destino del viajero. Además de este camino, hay varios valles que cruzar. Después de caminar una distancia considerable por este pasaje subterráneo, llegamos a una llanura abierta en L——K. Allí se encuentra un gran edificio masivo de miles de años de antigüedad. En frente de él hay un enorme Tau egipcio. El edificio descansa sobre siete grandes columnas cada una en forma de pirámide. La puerta de entrada tiene un gran arco triangular, y dentro hay varios apartamentos. El edificio es tan grande que creo que fácilmente puede contener veinte mil personas. Algunas de las habitaciones me fueron mostradas.


"Este debe ser el lugar central para todos los pertenecientes a la clase ——, para ir a la iniciación y permanecer el período necesario.


"Luego entramos en el gran salón con mi guía al frente. Tenía una forma juvenil pero en sus ojos había el vistazo de las edades. * * La grandeza y serenidad de este lugar impresiona el corazón con reverencia. En el centro había lo que podríamos llamar un altar, pero solo debe ser el lugar donde se concentra todo el poder, la intención, el conocimiento y la influencia de la asamblea. Para el asiento, o lugar, o trono, ocupado por el jefe —— el más alto —— hay alrededor de él una gloria indescriptible, compuesta por un resplandor que parecía irradiar de aquel que lo ocupaba. Los alrededores del trono no eran magníficos, ni el lugar mismo estaba decorado de ninguna manera —todo el esplendor agregado se debía enteramente al aura que emanaba de Él sentado allí. Y sobre su cabeza me pareció ver, mientras estaba allí de pie, tres triángulos dorados en el aire arriba —Sí, estaban allí y parecían brillar con un brillo no terrenal que indicaba su origen inspirado. Pero ni ellos ni la luz que inundaba el lugar, fueron producidos por medios mecánicos. Mientras miraba a mi alrededor, vi que otros tenían un triángulo, algunos dos, y todos con esa luz brillante peculiar."


[Aquí de nuevo ocurre una masa de símbolos. Es evidente que justo en este punto desea anotar los puntos de la iniciación que desea recordar. Y debo admitir que no soy competente para elucidar su significado. Eso debe dejarse a nuestras intuiciones y posiblemente a futuras experiencias en nuestro propio caso.]


***



"14º día de la luna nueva. Los eventos de la noche en el salón de iniciación me causaron mucha preocupación. ¿Fue un sueño? ¿Me estoy engañando a mí mismo? ¿Puede ser que todo esto lo imaginé? Tales fueron las indignas preguntas que volaron detrás de mi mente durante días después. Kunala no menciona el tema y no puedo plantear la pregunta. Ni lo haré. Estoy decidido, pase lo que pase, a que la solución debe ser alcanzada por mí, o dada a mí voluntariamente."


"¿De qué me servirán todas las enseñanzas y todos los símbolos si no puedo elevarme a ese plano de conocimiento penetrante, por el cual yo mismo, por mí mismo, pueda resolver este enigma, y saber discernir lo verdadero de lo falso y lo ilusorio? Si no puedo cortar estos dudosos cuestionamientos, estos lazos de ignorancia, es prueba de que aún no he ascendido al plano situado por encima de estos dudas. * * * Anoche, después de todo el día persiguiendo a través de mi cielo mental, a estos rápidos destructores de estabilidad —pájaros mentales de paso— me recosté en la cama, y al hacerlo, cayeron en mis oídos estas palabras:


"'La ansiedad es el enemigo del conocimiento; como un velo cae ante el ojo del alma; al entertenerla, el velo solo se hace más grueso; expúlsala, y el sol de la verdad puede disipar el velo nublado.'


"Admitiendo esa verdad; decidí prohibir toda ansiedad. Sabía muy bien que la prohibición emanaba de lo más profundo de mi corazón, pues esa era la voz del maestro, y la confianza en su sabiduría, la naturaleza autoimperante de las palabras mismas, me obligó a confiar completamente en la instrucción. No bien se formó la resolución, cuando algo cayó sobre mi rostro que tomé de inmediato en mi mano. Encendiendo una lámpara, ante mí había una nota en la conocida caligrafía. Abriéndola, leí:


"'Nilakant. No fue un sueño. Todo fue real, y más, que por tu conciencia despierta no podría ser retenido, sucedió allí. Reflexiona sobre todo eso como realidad, y extrae de la circunstancia más mínima, cualquier lección, cualquier cantidad de conocimiento que puedas. Nunca olvides que tu progreso espiritual continúa a menudo sin que tú mismo lo sepas. Dos de los muchos obstáculos para la memoria son la ansiedad y el egoísmo. La ansiedad es una barrera construida con materiales ásperos y amargos. El egoísmo es una oscuridad ardiente que quemará la matriz de la memoria. Lleva entonces, a esta otra memoria tuya, la tranquila quietud del contentamiento y la lluvia vivificante de la benevolencia.'" (3) * * * * *



3 El estudiante cuidadoso recordará que Jacob Boehme habla de la "angustia áspera y amarga de la naturaleza que es el principio que produce los huesos y toda la corporificación". Así que aquí el maestro, parece, le dice al afortunado chela, que en el mundo espiritual y mental, la ansiedad, áspera y amarga, levanta un velo ante nosotros y evita que usemos nuestra memoria. Se refiere, parece, a la otra memoria por encima de la ordinaria. La corrección y el valor de lo dicho en esto, deben admitirse cuando reflexionamos que, después de todo, todo el proceso de desarrollo es el proceso de recuperar la memoria del pasado. Y eso también es la enseñanza encontrada en el budismo puro así como también en su forma corrompida. — [Ed.]


[Dejo fuera aquí, como en otros lugares, meras notas de viajes y varios pequeños asuntos, muy probablemente de ningún interés.]


"En el paso del mes pasado a través de las colinas cerca de V——, fui irresistiblemente a examinar un edificio abandonado, que al principio tomé por un granero o algo así. Era de piedra, cuadrado, sin aberturas, sin ventanas, sin puerta. Desde lo que se podía ver afuera, podría haber sido las ruinas de una base de piedra fuerte para algún edificio antiguo, puerta o torre. Kunala no estaba lejos y lo miró, y más tarde me pidió mis ideas sobre el lugar. Todo lo que pude decir fue que aunque parecía sólido, pensaba que tal vez podría estar hueco.


"'Sí', dijo él, 'está hueco. Es uno de los lugares que una vez fueron hechos por Yoguis para entrar en profundo trance. Si era usado por un chela (un discípulo), su maestro lo vigilaba para que nadie pudiera intrusarse. Pero cuando un adepto quiere usarlo para dejar su cuerpo mientras viaja en su forma real, aunque tal vez invisible para algunos, a menudo se tomaban otros medios de protección que eran tan seguros como la presencia del maestro del discípulo. 'Bueno,' dije, 'debe ser que en este momento no hay cuerpo de nadie dentro.'


"'No llegues a esa conclusión ni a la otra. Puede estar ocupado y puede no estarlo.'


"Entonces continuamos nuestro viaje, mientras él me hablaba de la benevolencia no solo de los Yoguis Brahmanes, sino también de los Budistas. No se pueden observar diferencias para el verdadero discípulo en ningún otro discípulo que quizás sea de una fe diferente. Todos buscan la verdad. Los caminos difieren pero la meta de todos sigue siendo la misma."

* * * "Repetido tres veces: 'El tiempo madura y disuelve a todos los seres en el gran sí mismo, pero quien sabe en qué tiempo mismo se disuelve, él es el conocedor de los Vedas.'

"¿Qué se debe entender, no solo por esto, sino también por su repetición tres veces?


"Había tres santuarios allí. Sobre la puerta había una imagen que vi un momento, y que por un momento pareció brillar con luz como fuego. Fijado en mi mente sus contornos crecieron, luego desaparecieron, cuando pasé el umbral. Dentro, de nuevo su imagen apareció ante mis ojos. Pareciendo atraerme, se desvaneció, y luego volvió de nuevo. Permaneció impreso en mí, parecía imbuido de vida e intención de presentarse para mi propia crítica. Cuando comencé a analizarlo, se desvaneció, y luego cuando tuve miedo de no cumplir con mi deber o de ser irrespetuoso con esos seres, regresó como si exigiera atención. Su descripción:


"Un corazón humano que tiene en su centro una pequeña chispa —la chispa se expande y el corazón desaparece— mientras una profunda pulsación parece pasar por mí. Al instante se confunde la identidad, me asgo a mí mismo; y de nuevo el corazón reaparece con la chispa aumentada a un gran espacio de fuego. Una vez más ese movimiento profundo; entonces sonidos (7); se desvanecen. ¿Todo esto en una imagen? ¡Sí! porque en esa imagen hay vida; podría haber inteligencia. Es similar a esa imagen que vi en el Tíbet en mi primer viaje, donde la luna viva se levanta y pasa a través de la vista. ¿Dónde estaba? ¡No, no después! Fue en el salón. Otra vez ese sonido que todo lo pervade. Parece llevarme como un río. Luego cesó, —un sonido sin sonido. Luego una vez más la imagen; aquí está Pranava. (4) Pero entre el corazón y el Pranava hay un arco poderoso con flechas listas, y tensado fuertemente para su uso. Luego es un santuario, con el Pranava sobre él, cerrado firmemente, sin llave ni cerradura. En sus lados emblemas de pasiones humanas. La puerta del santuario se abre y pienso que dentro veré la verdad. ¡No! ¿otra puerta? un santuario de nuevo. También se abre y luego otro, visto brillantemente allí. Como el corazón, se hace uno conmigo. Un deseo irresistible de acercarme me entra, y absorbe toda la imagen.



"'Rompe a través del santuario de Brahman; usa la doctrina del maestro.'" (5)



4 El símbolo místico OM. — [Ed.]

5 Aquí hay alguna referencia aparentemente a las Upanishads, ya que contienen las instrucciones de un maestro para romper a través de todos los santuarios hasta llegar al último. — [Ed.]




[Aquí no hay conexión de esta exhortación con ninguna persona, y muy probablemente es algo que fue dicho ya sea por sí mismo, en soliloquio, o por alguna voz o persona hacia él.



Debo terminar aquí, ya que encuentro grandes brechas y espacios en las notas. Debe haber dejado de anotar más cosas que vio o hizo en su verdadera vida interior, y seguramente estarás de acuerdo, que si hubiera progresado para ese momento a lo que las últimas partes indicarían, no podría anotar sus reflexiones sobre ello, o cualquier memorándum de hechos. Sin embargo, nunca podemos decir cuál fue su razón. Podría haberle dicho que no lo hiciera, o podría haber carecido de la oportunidad.



Había mucho en todas estas páginas que se relacionaba con su vida familiar diaria, no interesante para ti: registros de conversaciones; asuntos mundanos; elementos de dinero y con respecto a citas, viajes y encuentros con amigos. Pero muestran, por supuesto, que todo este tiempo vivía a través de su trabajo establecido con los hombres, y a menudo acosado por la preocupación, así como reconfortado por su familia y considerado con ellos. Todo eso lo dejé fuera, porque supuse que aunque probablemente te interesaría, sin embargo me quedé con la discreción de dar solo lo que parecía relacionarse con el período marcado al principio, por sus encuentros con M——, y al final por esta última escena notable, cuyos detalles solo podemos imaginar. Y también fueron omitidos muchas cosas que son suficientemente incomprensibles en su simbolismo para estar seguros de la revelación. Honestamente he tratado de desbloquear las puertas de los cifrados, porque ninguna prohibición vino con su posesión, pero todo lo que pude refinar de su oscuridad envolvente te lo he dado.

Como él diría, saludémonos unos a otros y al último santuario de Brahman; ¡Om, hari, Om! Trans]

PRESENTACIÓN.

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