¿Por qué los Maestros rechazan rotundamente la doctrina de la remisión de los pecados?
Primero que todo:
¿Qué es la doctrina de la remisión de los pecados?
Es este dogma peligroso en el que una gran parte de la humanidad cree y según se enseña que sin importar que tan grande sean nuestros crímenes contra la Ley Divina y de los hombres, basta con sólo creer en el autosacrificio de Jesús Para salvar la humanidad y para que su sangre limpie toda mancha.
Este dogma Pernicioso en sus efectos conduce a la humanidad al más fácil umbral de todo crimen concebible. Ningún Adepto, Iniciado, Discípulo o ser humano con sentido común y lógica en su ser, puede aferrarse a que sus actos sean limpiados sólo por el autosacrificio de otra persona. Karma es una ley compasiva, reeducativa, pero sobre todo es imparcial, no puede haber justicia donde existe favoritismo alguno, perdón para unos y condenación para otros,
NO.
Todo hombre debe hacerse responsable de sí mismo. Para arrojar luz a este tema se citaran unos párrafos de Isis sin Velo y otro impreso en el volumen II, pg 542-543 de la versión original:
"La misericordia de Dios es ilimitada e insondable. Es imposible concebir un pecado humano tan condenable que el precio pagado con anticipación por la redención del pecado no lo disipara (aquí hacen alusión al sacrifico de Jesús en la Cruz), aún cuando sea mil veces peor. Ademas: nunca es demasiado tarde para arrepentirse. A pesar de que el ofensor espere hasta el último minuto, de la última hora, del último día de su vida mortal para que sus labios pálidos profieran la confesión de fe, el puede ir al paraíso. El ladrón moribundo lo hizo y muchos más igualmente malos. Esto es lo que declara la Iglesia y el Clero; pretensiones con las cuales los predicadores ingleses favoritos imbuyen las cabezas de vuestros compatriotas 'en medio de la Luz del siglo XIX',"
"Si salimos un poco del pequeño círculo de las creencias y consideramos al Universo en su totalidad, equilibrado por el ajuste exquisito de las partes, toda lógica y la más débil vislumbre de justicia se opondrá a esta remisión de los pecados. Si el criminal sólo pecara en contra de sí, dañándose sólo a sí mismo; si por medio de un arrepentimiento sincero pudiera cancelar los eventos pasados, no sólo de la memoria humana, sino del archivo imperecedero (Akasha) que NINGUNA deidad, ni siquiera la Suprema de las Supremas, puede disipar, entonces este dogma no sería incomprensible. Pero es ridículo sostener que alguien pueda dañar a los Seres humanos, matando, perturbando el equilibrio de la sociedad y del orden natural de las cosas; y luego inducido por la cobardía, la esperanza, o el impulso, no importa cual, puede ser perdonado por creer en el derrame de la sangre de un ser (Jesús) limpia la otra sangre vertida. ¿Puede cancerlarse los RESULTADOS de un crimen aún cuando este fuese perdonado? Los efectos de una causa nunca están limitados a los linderos de la misma, ni los resultados del crimen pueden circunscribirsen al ofensor y a su víctima. Toda acción buena y mala surte efecto de manera tan palpable como la piedra lanzada a un estanque tranquilo. El símil es muy superficial, sin embargo es el mejor concebido, por lo tanto, usémoslo. (Aquí se explicará los efectos ocultos cuando se lanza una piedra en un estanque tranquilo, comparándolo con los actos criminales que las personas causan y porque sus efectos a nivel oculto aún siguen perturbando su entorno).
Los círculos ondulatorios se magnífica y aceleran según la magnitud del objeto que causa la perturbación, sin embargo, la piedra más pequeña y aún el fragmento más diminuto, producen sus ondulaciones. Tal perturbación no es visible sólo en la superficie. Abajo, las gotas invisibles, se mueven en toda dirección hacia afuera y hacia abajo, empujándose mutuamente hasta que la fuerza toca los lados y el fondo. Además: el aire por encima del agua es agitado y tal perturbación pasa, según se nos dice los físicos de estrato a estrato, extendiéndose en el espacio para siempre. A la materia se le a dado un impulso y este nunca se pierde, jamás puede ser retirado"
En el libro "La Clave de la Teosofía" H.P.Blavatsky discute sobre este asunto con un periodista el cual encuentra que este dogma ridículo de la remisión de los pecados que tantas personas creen, es un dogma bello y que a muchos hace feliz. Ella al igual que muchos lo encontramos como puro sentimentalismo que ningún verdadero filántropo o altruista está dispuesto a aceptar porque está por encima de las facultades pensantes de los hombres. Porque ni siquiera es un sueño de egoísmo, sino una pesadilla del intelecto humano. A lo que ella añade lo siguiente:
"Lo mismo acontece con el crimen y su opuesto. La acción puede ser instantánea, los efectos, eternos. Podemos escuchar con paciencia a los cristianos argumentar la eficacia de esta remisión, sólo cuando, después de que la piedra ha sido lanzada en el estanque, podemos hacerla retroceder a la mano, retirar las ondulaciones, aniquilar la fuerza expandida, restablecer las olas etéreas a su estado previo de no-ser y eliminar toda traza del lanzamiento de la piedra de manera que el archivo del tiempo muestre que NUNCA aconteció."
Sólo entonces cesaremos de creer en la Ley Kármica. Por el momento pedimos que el mundo Juzgue cuál de las dos doctrinas es la que aprecia más la justicia divina y cuál es la más razonable, aún basándose en la simple evidencia y lógica humanas.
J.j.z